jueves, 10 de mayo de 2012

Michal Bilek, un idolo del beticismo, dirige la selección Checoslovaca.


En el año que toda Sevilla se volcaba para la celebración de su Expo Universal, Michal Bilek vivía su última temporada de las dos que jugó en España. Como verdiblanco disputó 59 partidos donde marcó 11 goles. Su puesto era en el centro del campo, pero su polivalencia le permitía jugar incluso de lateral derecho, puesto que ocupó con su selección en el Mundial de Italia 90, donde acudió designado como mejor futbolista de Checoslovaquia. Alcanzaron los cuartos de final ante la República Federal Alemana, posterior ganadora del torneo en la final ante la Argentina de Maradona y Caniggia, y marcó durante el campeonato dos goles de penalti ante Estados Unidos y Austria, una de sus especialidades.
Michal Bilek compartió vestuario en su primera campaña con jugadores importantes del beticismo como Juan Merino o Pepe Mel, actual técnico del Betis, que había sido el máximo goleador del equipo en Segunda en la temporada 1989-90. Pero no terminó de cuajar y se marchó de nuevo al Sparta de Praga, club en el que vivió cuatro etapas y donde conquistó tres ligas y dos copas checas. AUTOR: MORO.

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