Tras finalizar el partido, los jugadores sevillistas salieron del estadio para montarse en el autobús del club, que habría de llevarles al hotel de concentración donde tenían sus coches aparcados. Los aficionados sevillistas empezaron a increparles muy enfadados por la derrota, con gritos como "jugadores mercenarios", "Del Nido presidiario a la carcel" o el mitico "Del Nido cobrame la champions y subeme el carnet"...incluso lanzaron bengalas y varios botes de refresco al autobús.
Los aficionados recriminaron a los futbolistas la actitud en el campo, y Gary Medel incluso se encaró con algunos de ellos. La Policía Nacional tuvo que intervenir para que la situación no fuera a mayores y gracias a su actuación el grupo por fin quedó dispersado, para tranquilidad de los jugadores. Fuente: ed. AUTOR: MORO.
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