El beticismo quería darle un especial homenaje a José María Pérez Blanco, Pepe Peregil para esta Sevilla que pierde a uno de sus personajes más ilustres. Bético reconocido, le cantó muchas veces a su equipo y un fandango suyo sonó en la megafonía del estadio cuando los equipos rodearon el círculo central en señal de respeto por su memoria. Peregil se había ido el viernes y el club quería honrar la memoria de este tabernero y saetero que siempre presumió de colores verdiblancos. Sin embargo, Turienzo Álvarez siguió con su peculiar trato al Betis al quebrar el conseguido ambiente por la voz de Peregil y 36.000 almas sobrecogidas en el silencio. No sonó el himno del Centenario en versión pianística, sino que se hizo un homenaje bello y ajustado al personaje pero Turienzo no lo entendió así y dejó el minuto en pocos segundos (38, para ser precisos). La grada no entendió el motivo y tras la indignación, aplaudió que en la megafonía siguiera sonando el fandango a pesar del inesperado y temprano pitido del colegiado. Y la ovación fue atronadora para no olvidar nunca a quien tras la barra del «Quitapesares» o en cualquier balcón con protagonismo de la Semana Santa no dejaba a nadie indiferente.
Al- Fonsir se sintio afectado con esta gran perdida: "Hemos perdido a un fenomeno, Pepe Peregil era un hermano de mi hermandad del Museo y un amigo bético como ninguno, su taberna esta bajo mi casa. He tenido a suerte de compartir muchos momentos con el, en semana santa, en feria...en su taberna...pero sobre todo me quedo con los desplazamientos del Betis. Aun recuerdo hace tres años en el Bernabeu, llego el descanso y Peregil comenzo a cantar en la grada, ibamos perdiendo 5-0...la gente no nos entendia...se nos ha ido uno de los grandes...a partir de ahora estara en el cuarto anillo del Villamarin, descanse en paz, el betis no te olvida". AUTOR: MORO.
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